Los dominios de internet se amplían “cercando” el campo.

Existen diversas variables a la hora de analizar el valor de un nombre de dominio en el mercado.

Se puede rehuir del estudio basado en sistemas de análisis personales o empresariales, pero la búsqueda es la que aporta un razonamiento y una lógica comercial que permitirá posicionarse en un mercado muchas veces viciado donde se puede deducir que (opinión personal) ser conservador, ir tras la manada y adaptarte a las directrices del líder al que llaman tendencia del mercado, conlleva inevitablemente el caer al final del camino en una burbuja derivada de la avaricia descubriendo que la posesión de los dominios, como el dinero, no tienen mas valor que el que desea otorgarle un arcaico poder.

Esto no solo se puede circunscribir al precio de compra o venta entre propietarios en el mercado de los nombres de dominio, también puede vincularse a valores elevados y no rentables en el registro de nombres de dominio que establecen algunos países a sabiendas que con ello el impulso nacional que se le otorga a internet será escaso y con ello la participación social poseerá un carácter menos democrático. La rentabilidad de estos dominios no sólo llega a ser nula, sino deficitaria, ya que suelen perseguir fines políticos que afectan al económico del país.

Internet, como gran hermano que fue concebido (a mi entender) , controla bajo una supuesta mejora en la calidad de vida la voluntad y el tiempo de las personas, ha absorbido la independencia de pensamiento para masificarlo y segmentarlo conforme a crecido. Un ejemplo se puede hallar entre la mayor amplitud de opciones que ofrecían los motores de búsqueda de antaño y el “sistema actual”…

Internet cuanto mas crece mas se segmenta, forma parte de un mundo que acude perplejo a un empeoramiento social de fondo, donde se pierden libertades y logros sociales, ante una supuesta mayor riqueza que sin embargo no permite alcanzar los “baremos” establecidos para la clase media de los últimos cincuenta años.
En ese entorno no es difícil comprender como nacen los nuevos dominios donde se expande nuevamente internet a sabiendas que solo los poseedores de dominios de valor “clásico” ocuparan un sitio destacado en los buscadores y serán reconocidos. Nuevamente la democracia tiene mas semejanzas con la Antigua Grecia que con el idealizado concepto que se posee de ella. Existe económicamente solo para unos pocos mientras que los demás participan de la idea…

En mi opinión los nuevos dominios no poseen interés porque son una moda dentro de un concepto social que resulta conservador en esencia. Acaso alguien podrá discutir con criterio que algún nuevo dominio suplantara la importancia de un puntocom.

Los que llevamos ya unos años en internet sabemos que unas pocas ventas “millonarias” de nombres de dominios animaran el mercado y aquellos que crean que poseen la habilidad de registrar un buen nombre de dominio de las nuevas opciones surgidas en estos meses con el afán de venderlo “rentablemente”, deberán poseer una enorme suerte para ello…

Algunos amigos míos que han estado en “varias batallas” vinculadas al registro de nombres de dominios no actuaran inicialmente en la compra de nuevas terminaciones porque así como algunos dominios cuyo valor se excede de la racionalidad conforme a la rentabilidad que el mismo les puede aportar, las nuevas terminaciones pueden poseer “ventas liebres” (definición que proviene de los corredores humanos que se contratan en algunas carreras importantes de atletismo, para que mantengan el ritmo de la carrera. Esto ayuda a que los atletas de nivel adquieran un ritmo de competición y después opten por la victoria. En los dominios se les llaman “liebres” porque sirven para animar al alza a un mercado, pero no se vinculan a la realidad del mismo) y prefieren esperar un plazo mínimo de un año para ver su evolución.

Si yo, por ejemplo, mañana anuncio que compro el dominio shop.ffhyt y pago 2.000.000 de dólares es evidente que ello traerá aparejado el registro masivo de dominios con la terminación .ffhyt pese a que su valor real es escaso y su presencia en los buscadores es nula.

Este concepto, evidentemente no se aplica a la totalidad de nuevos dominios, pero el registrante que desee invertir en los mismos debe conocer, a mi entender, al menos 50 compras en el mercado de registro de dominios por encima de los 3.000 dólares USA actuales para comenzar a concebir como mínimamente segura su inversión, en caso contrario debería asumir el riesgo consciente de ello.